viernes, 31 de agosto de 2012

Se dice que meditar es pensar en nada, pero al meditar uno no deja precisamente de pensar, sino que simplemente en ese estado de tranquilidad uno posa su atención en lo que se le presenta en la mente y no sigue el hilo de pensamientos subyacentes, simplemente se cuelga como un espectador que observa pensamientos pero no reacciona ante estos, sino que los mira como si fuese una tercera persona. 
Este estado de trance sencillo al que llegamos es increíblemente saludable para quien tenga la paciencia de sentarse 5 minutos como mínimo mirando la pared, por ejemplo.
Hay otros tipos de meditaciones, acabo de hablar de la clásica.

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