Cuando ya no puedas más, cuando ya no hayan modificaciones, cuando parezca infinita la distancia y seas atacado sin piedad, cuando no veas otra cosa más que una luz y tengas que decidir si rendirte y descansar o en terminar tu tarea; en ese momento saca fuerzas de donde no las hay y recuerda que la fuerza viene del corazón, no del cuerpo, recuerda que la misma energía que hace iluminar las estrellas te pertenece, enciende tu energía y resurge con toda la fuerza del universo.
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