Cuando se cultivan algunas plantas, es necesario dejarlas de regar por cierto tiempo, a esto se le llama "darle sequía". En este tiempo dicha planta extenderá sus raíces buscando el agua que necesita y no tiene, esto dará como resultado que se afirmen sus cimientos y resista con más facilidades las adversidades de los vientos, logrando un tronco más firme. Por otro lado cuando estas plantas no reciben esta sequía, desarrollan raíces cortas y débiles. Indefectiblemente perecen ante un viento fuerte.
Así como en las plantas, nuestra fortaleza radica en cuan profundas sean nuestras raíces, cuán profundas son nuestras convicciones, es decir, cuanto creemos.
Gracias.
Uff, me gusto esta analogía... La voy a tener en cuenta para cuando venga la sequía y no entienda el porque, el objetivo que hay detrás de esta situación...
ResponderEliminarGracias Juan.
--
Tulkas